"El hombre es el lobo del hombre" dice la trillada frase de Hobbes, y ciertamente lo es, pero no en el sentido del egoísmo, sino más bien en las formas y elecciones que se toman atentando con nuestra propia salud. Yo ser humano soy mi propio lobo y soy lobo para el resto, pero en general soy más nocivo para mi que para el resto por mi control sobre mi, y mi control sobre mis emociones y todo aquello que no conocemos de nuestro ser.
Es un virus que es muy complicado de sacar, es nuestro mal hábito aprendido en la vida de autodestrucción. Todos desarrollamos en silencio esta habilidad de destruirnos a nosotros mismos. Conocido es, por no decir aburrido y rutinario, escuchar de gente que muere de paros cardíacos, ACV's, cáncer, etc. Todos generados por nuestras pequeñas decisiones cotidianas, por nuestro instinto "auto-asesino" que planea nuestra muerte con virtuosa paciencia.
Es todo lo que quiero compartir por hoy, sólo el hilo de pensamiento, sin soluciones mágicas de autoayuda, soy sólo otro padeciente más notando algo que no notamos a menudo.