Esperan atentos los retazos de tu pasión. Tus ojos iluminan la perspectiva de ese objetivo.
No queman ya palabras en el lecho de la razón, sólo pasa el rato la resaca del tiempo.
Quiero que me digas si fueron las palabras o quizás sólo los momentos.
Quiero que me expliques si las caricias no eran cálidas, si los consejos no eran lo que necesitabas.
Quiero.. pero no, no importa, no hace falta, el momento en el que la cabeza anula el recuerdo es cuando uno comienza a ser sin ser parte de otro, y eso.. debo decirte que eso aconteció..
Sin embargo acá estoy, escribiendo una carta que se convertirá en ceniza... que será parte de este suelo atestado de memorias escritas y desechadas.
...
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Quizás...
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Quizás estoy... porque no permito que el recuerdo le falte el respeto a mi persona, a este que soy hoy, a este hombre que cree en el amor como cree en el horizonte, como cree en los demás. Que cree en los ojos que miran a otros como mira la galaxia al infinito.
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Creo..
Creo porque prefiero morir creyendo y vivir sufriendo, que vivir pensando que no hay ojos como esos que me miran cuando escribo.
