Me dejas, te vas y me dejas aquí.
Te vas y no reparas en el hecho de tu ausencia en mi devenir.
Te vas y te alejas, casi sin comprender,
que ya no serás parte de mi mañana, que ya no querré saber de tu ser.
Sólo exijo un poco de consideración,
Un poco de razón que explique al corazón como me dejas.
Vas con tan poco cariño,
Ves sin tanto análisis el correr de mi mirada estrujada.
Algo me da paz en el fondo,
quizás es el instante de un ser que se regocija con el sólo hecho de ser.
Pero ya no sangro en el mismo estanque,
ya siento que la partida será un mal recuerdo como un tajo en la carne sensible.
No hay momentos que recordaremos malos,
pero tu partida hizo en mi lo que hace al mundo la extinción de un ser.